emprendedores
En un momento del avance de la compañía, los pequeños y medianos empresarios necesitan más recursos para crecer.
Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los microempresarios en un momento de su compañía es el de ‘levantar’ recursos para capitalizar su empresa y continuar por la senda del crecimiento.
Este capital puede venir de dos fuentes fundamentales: conseguir un socio inversionista o pedir un crédito a una entidad bancaria.
Sin embargo, en la mayoría de los empresarios no están seguros de cuál alternativa tomar, por esta razón. Frente a esto, la compañía Viliv, que ayuda a los pequeños y medianos empresarios a tomar decisiones sobre su compañía, compartió algunos consejos para tener en cuenta a la hora de decidirse por el crédito o por una sociedad.
1. Tener claro en qué escenario está la empresa
De acuerdo con Andrés Villegas, presidente de Viliv, cuando una empresa se encuentra en la fase inicial, utiliza recursos propios o prestados de familiares o amigos, porque no deben asumir obligaciones financieras con otros empresarios o porque obtener un crédito en etapa inicial no es lo usual, ya que se requiere de un mínimo de facturación.
Sin embargo, cuando la compañía ya alcanzó cierta tracción tiene un producto rotativo, es posible encontrar inversores que estén dispuestos a inyectar recursos y convertirse socios, porque ven que el proyecto tiene potencial de futuro.
Este escenario suele ser el mejor, porque, además, un socio inversionista no solo aporta dinero sino también conocimiento, lo que denomina como capital inteligente que sirve también para encaminar el crecimiento de la compañía.

2. ¿Qué tipo de crecimiento tendrá la empresa?
El impacto de la decisión de elegir un socio inversor o un préstamo se extiende más allá de la parte financiera por lo que hay otros elementos que influyen en la decisión.
Por ejemplo, en el caso de un socio inversionista, el emprendedor acepta que debe ceder parte de su capital social, mientras que por crédito no lo hace.
“Si el emprendedor quiere un crecimiento rápido y nuevos conocimientos, inversionistas externos, ángeles o fondos de capital privado son una buena opción, pero si lo que quiere son negocios que mantengan sus características familiares, sin perder el control y guardándolo para las generaciones futuras, un crédito le conviene mejor, aunque tenga obligaciones mensuales”, explicó Villegas.

3. Una sociedad es como un matrimonio
La decisión de atraer a un socio inversionista debe pensarse muy bien, pues se establece una relación similar a la de casarse, y también es posible que si no hay una buena comunicación y no se ponen en común los intereses de cada uno puede ser una mala decisión para la compañía. Con esta alternativa hay que estar dispuesto a aceptar algunas renuncias, como la pérdida de la autonomía en la toma de decisiones y compartir visiones respecto al futuro de la empresa.

4. En caso de elegir un crédito hay que tener en cuenta algunas condiciones
Si el empresario no está de acuerdo con la idea de un socio y se decide por el crédito para financiar su empresa debe tener en cuenta cuáles son las condiciones del acuerdo que firma, procurar que la entidad financiera sea transparente y aclare todas las dudas de costos, pagos, plazos entre otros.
“Sabemos que muchas veces es complicado para las y los empresarios tomar un camino acertado a la hora de inyectar capital al negocio. Sin embargo, debe realizar un proceso acucioso en el que ponga sobre la mesa sus intereses y sea muy realista con el alcance y lo que se puede permitir. Una planificación adecuada, definir la lista de prioridades, analizar si mejor será un crédito a corto o largo plazo, ver qué opciones de socios tiene, cuáles son las necesidades particulares de cada compañía y su capacidad de flujo de caja, le ayudarán a irse por el camino correcto”, concluyó Villegas.
Fuente: semana.com
Imagen: Depositphotos.com
¿Qué es necesario para mantener vivo un emprendimiento?
De acuerdo con la jefa de la Incubadora de Alto Impacto de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Unincube), Valeria Restrepo Herrera, el 75 por ciento de las empresas cierran en el segundo año de operaciones debido a que su producto o servicio no respondió a una necesidad real ni se adaptaron a las nuevas realidades. La investigadora señala que las empresas que logran atravesar el segundo y tercer año tienen más posibilidades de sobrevivir, pues el periodo más crítico ocurre entre los 12 y los 24 meses de un emprendimiento. Esta estadística está respaldada por el Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial, el cual revela que 8 de cada 10 empresas mexicanas fracasan durante los primeros dos años de existencia, un número proyectado también por el INEGI.
La pregunta es, ¿qué ocurre en esos primeros años de un negocio que refuerza esta estadística? Sobre todo, ¿qué es necesario para mantener vivo un emprendimiento?
El desarrollo y crecimiento de un negocio es una curva gradual que va de arriba hacia abajo; es absolutamente normal que el descenso se sienta en picada, pero no ocurre igual en todos los casos. Bajar luego de la excitación del lanzamiento es un comportamiento habitual, incluso, necesario porque asienta las bases de un negocio y permite notar los puntos ciegos
-que hasta entonces no se habían considerado- para sostener los siguientes pasos.
Los primeros años de un negocio se viven con mucha euforia; todo es nuevo, emocionante y esperanzador. Como dueño de un emprendimiento quieres hacer mucho e invertirlo todo. Pero aquí ocurre el primer error: no planear. Sueles abrir la llave completa e inviertes de más; no eres riguroso ni estricto con las entradas y salidas económicas: derrochas porque crees que es el momento.
Es importante tener una planeación o tu negocio seguramente morirá
También debes tener claro que en los primeros dos años no hay ganancias: lo obtenido es para reinvertirse. Otro gran error es no establecer un sueldo para ti como dueño del negocio. Es importante saberte parte de tus egresos para no excederte ni limitarte: no gastes más de tu sueldo.
Pero si luego de estos primeros años tu negocio sobrevive, comienza la etapa de asentamiento, la bajada tras el punto de inicio. A partir del segundo al cuarto año se trata de ponerle tierra a lo que ya construiste. Las ideas deben enfocarse en nutrir el sentido del negocio, su centro o para qué que justifique su presencia en el mercado. Es momento de ver qué sí y qué no funciona de las primeras decisiones. Es la etapa de prueba y error para encontrar tus propias maneras de navegar en tu negocio.

Después de pasar un par de años en un esquema hasta cierto punto automatizado con fórmulas que funcionan y un journey claro, durante el cuarto y quinto año este proceso conocido comienza a desgastarse. Por un lado, la energía y el entusiasmo del inicio están abajo; la novedad dejó de serlo porque “ya te la sabes” en tu empresa. Es normal. Sabes lo que sabes y puede ser que sientas estancado tu negocio.
Esto no necesariamente significa la quiebra; al contrario, es una pausa para repensar tu emprendimiento. Es importante estar claro en que la relación que tienes con tu negocio es una más en tu vida, y como tal, hay que alimentarla y renovarla para comenzar de nuevo. Como en la naturaleza, todo es cíclico. Los ciclos terminan y comienzan otros. Terminó el ciclo de los primeros años, pero empieza la madurez con los próximos. El mensaje es: no entres en pánico, sólo es un momento de reinvención.
Cuando permites a tu mente entrar en modo pánico porque te sientes asfixiado en la rutina sin saber qué hacer para salir del estancamiento, es que comienzas a buscar soluciones inmediatas desconectadas del propósito de tu negocio. Te enfocas en la venta, haces promociones al por mayor, comienzan los descuentos y todo se vuelve frío en lugar de mantener clara tu esencia. Cuidado con ello, tu valor no tiene qué ver con el costo.
Tómalo con calma y observa todo el bosque, no sólo el árbol: qué de lo que hasta ahora has hecho funciona, con qué sí te gustaría quedarte, qué de tu proceso quieres conservar, qué habla del corazón de tu empresa, cuál es el área donde se empieza a sentir rígido o aburrido lo que haces, qué se siente plano y sin energía. Háblate con honestidad para tener claridad del presente de tu negocio. Separando esto, conéctate con el mundo: qué hay nuevo, qué de lo que ves te gusta y no lo has probado, qué están haciendo los demás, dónde no has explorado, qué ofreces a tu comunidad, cuál área puedes expandir con nuevas herramientas, etc.
En aquello que te genere miedo o incertidumbre vive la nueva chispa de tu negocio
El mundo es cambiante y se siente retador en muchos momentos; por ello, hacer no es suficiente. Es necesario estar cerca de tus clientes y tu comunidad, pero su atención es corta y para mantenerlos contigo es vital la innovación. Renuévate, pero siempre con lealtad a quien eres como marca, no para vender más. Conéctate contigo, con lo que te es importante ser y comunicar para que sepas a quién hablarle: encuentra a tu tribu.
Un emprendedor con mentalidad efectiva sabe que la vida son ciclos y abraza esta realidad como parte de su evolución personal y la de su negocio. Le emociona y se prepara para el reto porque sabe que parte de ser emprendedor es vivir en la adrenalina de la novedad.
Fuente: Marta RO/ entrepreneur.com
Imagen: Depositphotos.com
La estrategia no se trata de «¿Cómo lo vamos a hacer?», en cambio trata sobre «¿Qué queremos lograr?»
El 2021 terminó y, como cada año, es momento de hacer un cierre en nuestras empresas para entender qué funcionó, qué no y así podamos comenzar la planificación estratégica del 2022. El reto es diseñar un plan estratégico poderoso pero claro y sencillo que nos ayude a trazar la ruta de lo que debemos lograr en el corto, mediano y largo plazo.
Para diseñar un gran plan debemos entender lo que es estrategia: la estrategia no se trata de “cómo lo vamos a hacer”, en cambio trata sobre “¿Qué queremos lograr?” Se suele confundir planeación con ejecución.
Verne Harnish, autor del bestseller Scaling Up (Dominando Los Hábitos de Rockefeller 2.0): Cómo Es Que Algunas Compañías Lo Logran…Y Por Qué Las Demás No divide a la estrategia en «pensamiento estratégico», que es definir todo lo que se quiere lograr con objetivos, metas e indicadores; y la «planeación de la ejecución» que es el cómo se logrará. Las planeaciones son complejas y estos son los errores más comunes que he encontrado cometen los líderes empresariales:
Error 1. Esperar a inicios de año para planificar: lo mejor es anticiparse hasta un trimestre antes e ir realizando ajustes durante la ejecución del plan, de esperar, podrías llegar muy tarde y estar expuesto a las condiciones para definir lo que quieres lograr.
Error 2. Diseñar planes complejos y elaborados: a los líderes se les ha enseñado que la estrategia es algo complejo que requiere de grandes presentaciones en Power Point cuando, en realidad, es algo que se debe comunicar de forma sencilla para que cualquier miembro del equipo la pueda entender y ejecutar.
Error 3. Tener diferentes ideas sobre a dónde se quiere llegar: al igual que no saber a dónde ir, tener diferentes ideas sobre una meta ocasiona que se pierda enfoque y tanto directivos como empleados no tengan claridad sobre a dónde dirigir sus esfuerzos.
Antes de comenzar tu planeación estratégica te recomiendo hacer estas preguntas estratégicas clave:
- ¿Qué es lo más importante para mejorar en tu negocio en 2022?
- ¿En qué vas a crecer este año (ventas, márgenes, productos, calidad)?
- ¿Qué es lo importante para escalar? (solucionar sistemas, adquirir clientes)
- ¿Cuáles son los retos que podrías enfrentar en tu mercado o industria?
Una vez que lo tengas claro, ahora sí es momento de desarrollar tu Plan Estratégico. Utiliza herramientas especializadas, mi favorita es el Plan Estratégico en Una Página de la metodología Scaling Up pues te permite definir y aterrizar, en sólo una página, todo tu plan con tu propósito, objetivos, metas, indicadores (KPIs), medidores y responsables.

Veamos ahora los elementos que debe contener un buen plan de negocios:
1. Propósito o el por qué de tu organización: las empresas en crecimiento saben dónde quieren estar los próximos 10 o 20 años. Tal vez te parezca una locura pensar en el largo plazo el día de hoy, pero esto es crucial porque sirve de brújula para todos en la organización y, aunque prevalezca el caos y la ruta cambie constantemente, tu empresa se mantendrá hacia su gran meta.
Un propósito también ayuda a tener todo tu equipo motivado y alineado, pues cada quién sabe qué debe hacer para mover su empresa en esa dirección. Las marcas que tienen un propósito claro experimentan un 400% más de rentabilidad que aquellas que no lo hacen.
2. Objetivos de 3 a 6 años: una vez establecido tu propósito a largo plazo puedes definir objetivos a mediano y corto plazo para irte acercado a ese gran objetivo, con promesas de marca cuantificables para tus clientes (aquello por lo que quieras ser reconocido) y con las principales capacidades y enfoques clave que tu empresa debe seguir en ese periodo de tiempo.
3. Metas o resultados que deben lograrse en los próximos 12 meses con “responsabilidades por función”: es decir, definir quién es el responsable de qué prioridad en tu organización en el año para que puedan estar alineados y enfocados a los resultados.
Como afirma Verne Harnish: «si más de una persona es responsable, entonces nadie es responsable». Obtener responsabilidades claras es crucial, debe haber una persona responsable asignada a cada célula dentro de la organización.
4. Indicadores e instrumentos de medición: “lo que no se mide no se puede mejorar”, por eso, tener los datos correctos de manera oportuna con métricas precisas te permite predecir, tomar mejores decisiones, rectificar y solucionar problemas específicos. Tener los datos correctos te permitirá saber los avances de cada área y ajustar el rumbo de lo que funciona como de lo que no.
5. Considera las tendencias globales: no solo estamos hablando de tendencias específicas de tu industria o la región. La aparición de ciertas tecnologías y diversas tendencias sociales o políticas, como la que atravesamos este año en la guerra comercial EE.UU versus China, son los tipos de eventos globales que pueden afectar tu negocio; es importante estar atento a ellos.
No esperes a tener un plan perfecto que podrías implementar demasiado tarde, comienza con un buen plan y mejóralo sistemáticamente para que se convierta en ese gran plan que necesitas para escalar en 2022.
Fuente: Daniel Marcos/ entrepreneur.com
Los sectores que más aplican este concepto son el constructor, financiero, retail y manufacturero.
Con la llegada de la pandemia, el mundo vivió el boom de la digitalización y con ello, las empresas se vieron en la tarea de transformar sus procesos operativos y apoyarse en la tecnología para atender los retos que trajo la nueva coyuntura.
Incluso, un informe elaborado por la consultora KPMG revela que a raíz del coronavirus, el 80 % de las grandes compañías a nivel mundial aceleraron su proceso de transformación digital, lo que ha ocasionado hoy día un mayor conocimiento de la implementación de plataformas o herramientas de inteligencia de negocio (Business Intelligence), inteligencia artificial, machine learning, o software en la nube dentro del ecosistema empresarial.
Para Cristhian Quintero, CEO de Eholding, consultora especializada en transformación digital y analítica de datos, “hoy estamos en un mundo donde todo evoluciona de manera muy rápida, y debemos estar preparados con herramientas tecnológicas y de valor, para responder oportunamente a los cambios que se presentan”, por ello, las empresas requieren apostarle a la inteligencia de negocios como parte de la solución.
Pero, ¿en qué consiste la inteligencia de negocios y cuáles son los ‘súperpoderes’ que ofrece para las empresas de hoy día? De acuerdo con Quintero, en términos técnicos, la inteligencia de negocios es el uso de herramientas tecnológicas que permitan la obtención más ágil, segura y eficiente de datos, desde diferentes sistemas de información empresariales, logrando beneficiar a las organizaciones en los siguientes aspectos:
1. Toma de decisiones oportunas: Permite tomar decisiones oportunas por los diferentes niveles estratégicos de las empresas.
2. Integración de la información: Brinda la posibilidad de relacionar o consolidar información desde diferentes fuentes o sistemas empresariales (software).
3. Administración de grandes cantidades de datos: Permite manejar, sin ningún problema, altas cantidades de datos.
4. Agilidad en la consulta de datos: Brinda la posibilidad de realizar consultas, informes o generación de reportes de manera ágil.

5. Seguridad de la información: Cuenta con altos protocolos de seguridad que no afecten la calidad de los datos.
6. Gerencia Visual: Permite visualizar de manera inteligente, con excelente interfaz gráfica, análisis e interpretaciones de datos.
“La inteligencia de negocios aporta a nivel estratégico, táctico y operativo a las organizaciones, ya que asegura la alineación de los resultados empresariales con la visión corporativa, garantiza el cumplimiento de objetivos empresariales y de procesos y permite la toma de decisiones a muy corto plazo, por segundos, minutos, horas, días o semanas”, explica Quintero.
PANORAMA NACIONAL
Si bien la digitalización es un tema en auge dentro de las empresas nacionales, en términos de inteligencia de negocios, Colombia es un país aún en proceso de exploración y crecimiento, en comparación con Brasil, México, Estados Unidos y países de Europa.
De acuerdo con un análisis de Eholding, a nivel nacional, los sectores que más utilizan este concepto en los escenarios corporativos son aquellos que cuentan con una mayor madurez tecnológica, es decir, industrias como la de alimentos, retail, manufactura y financiera.
“Para estos casos, los procesos o áreas que más se interesan o reciben beneficio de los proyectos de inteligencia de negocios son: Mercadeo, ventas, producción, finanzas y logística”, añade Quintero.
Finalmente, los más retrasados o rezagados son los sectores de la construcción, minería y salud.
Eholding es una empresa colombiana que desde hace 9 años ha realizado más de 134 proyectos de inteligencia de negocios, logrando ayudar a diversas organizaciones a tomar decisiones proactivas, a través de modelos predictivos basados en inteligencia artificial y big data e impactando positivamente en el crecimiento y sostenibilidad de las mismas.
Fuente: portafolio.co
¿Qué necesitaremos para construir el metaverso, ese mundo paralelo y completamente digital que grandes corporaciones como Facebook o Microsoft se están volcando en desarrollar?
Este universo en la nube basado en realidad aumentada va a necesitar de muchos recursos, años y la colaboración de corporaciones de distintos sectores.
Crear un mundo nuevo es desarrollar la economía a través de bienes y servicios que no existen aún y, probablemente, inspirar en el camino la generación de nuevas empresas.
Los expertos coinciden en que es poco probable que una sola compañía pueda construir y mantener el cibermundo.
Bloomberg Intelligence calcula que la oportunidad de mercado para el metaverso puede alcanzar los US$800.000 millones para 2024.

Y Bank of America incluye el metaverso entre las 14 tecnologías que van a revolucionar nuestra vida.
«El metaverso comprenderá innumerables mundos virtuales conectados entre sí y con el mundo físico», escriben los expertos en el reciente «Informe temático de Bank of America: las 14 tecnologías que van a revolucionar nuestra vida».
«Generarán una economía robusta que abarcará desde el trabajo al ocio, al tiempo que transforma industrias y mercados de larga tradición como las finanzas y la banca, las tiendas y la educación, la salud y el fitness, así como el entretenimiento para adultos».
«A finales de la década —en 2030—, pasaremos más tiempo en el metaverso que en la «vida real», declaró el inventor estadounidense Raymond Kurzweil, pionero en desarrollar varios avances tecnológicos, y director de ingeniería de Google desde 2012.

Sin embargo, el concepto en realidad no es nuevo.
Diferentes videojuegos on line llevan desarrollado mundos virtuales desde hace décadas.
No son el metaverso, pero tienen algunas ideas en común con él.
Grandes inversiones
«Los metaversos no son nuevos. Lo que es nuevo es la cantidad de inversión que se está destinando y la creciente aceptación de los activos digitales entre una población que cada vez más es nativa digital», explica Benjamin Dean, director de activos digitales en WisdomTree, una firma de análisis e inversiones.
«El ritmo de la transformación sigue acelerándose, lo que significa que las tecnologías (que considerábamos) lejanas y a largo plazo se acercan cada vez más rápido», dice.
«En los últimos años, en los países industrializados, la mayoría de las personas (más del 50%) no recuerda cómo era la vida antes de internet. Este cambio demográfico seguirá ocurriendo, especialmente en países donde los teléfonos inteligentes son omnipresentes y la población es más joven», dice el experto de WisdomTree.
«A este proceso lo llamé la virtualización del mundo una década atrás», añade Dean.
Según la explicación del propio Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, en en el universo digital que será el metaverso «podrás teletransportarte instantáneamente como un holograma para estar en la oficina sin tener que desplazarte, o a un concierto con amigos o a la sala de tus padres para ponerte al día».
Pero a diferencia de la realidad virtual actual, que se utiliza principalmente para los videojuegos, se prevé que el metaverso abarcará el entretenimiento, los juegos, los conciertos, el cine, el trabajo, la educación, etcétera.
Y eso implicará el desarrollo de empresas y tecnologías nuevas en esos sectores específicos.

Conciertos, contenido y entretenimiento
Los cantantes Ariana Grande, Marshmello o el rapero Travis Scott han actuado dentro del famoso videojuego Fortnite, de Epic Games, en una demostración de cómo podría ser el futuro de los conciertos en metaverso.
Hasta 12,3 millones de jugadores de la plataforma se reunieron en tiempo real en abril del año pasado para presenciar el lanzamiento la canciónThe Scotts que la superestrella del rap compuso junto al también rapero Kid Cudi.
Y el mismo Mickey Mouse parece listo para interactuar en el metaverso.
El director ejecutivo de Walt Disney, Bob Chapek, dijo que el conglomerado de entretenimiento se está preparando para dar el salto tecnológico hacia un mundo de realidad virtual en sus parques temáticos.
Aunque la experiencia no se limitaría a ellos.
«Extender la magia de los parques de Disney a los hogares es una posibilidad real», dijo.
«La Generación Z impulsará el cambio hacia el metaverso y el uso de hologramas, así como una mayor creación de contenido para mundos virtuales. Esto a muy largo plazo podría beneficiar al sector», dice el informe de Bank of America.
Los proveedores de contenido que van desde películas (Disney) hasta televisión (Discovery Channel), deportes (Fox Sports), música (Universal Music Group, Live Nation), proveedores de plataformas (Netflix) y periódicos (The New York Times) han comenzado a probar con experiencias inmersivas en 3D.
El director de la saga de «El señor de los anillos», Peter Jackson, anunció recientemente la venta de su estudio de efectos especiales, Weta Digital, a una empresa de software estadounidense que quiere desarrollar el metaverso.
Una operación que muestra que las cosas se están moviendo muy rápido en el sector.
«Ofrecer asientos de inmersión en la «primera fila» en un evento deportivo, concierto o desfile de moda podría ser lucrativo para las empresas, al tiempo que aumentaría la accesibilidad a eventos en vivo», dice Bank of America en su informe.
Oficina y presencia virtual
Pero si algo ha dejado la pandemia de covid-19 es el trabajo en remoto.
Infinite Office es el lugar de trabajo imaginado por Facebook.

Tiene salas de reuniones virtuales en las que los participantes pueden usar simultáneamente sus computadoras del mundo real.
Pero Facebook no es la única gran tecnológica que está desarrollando un concepto de este tipo.
Microsoft habló recientemente de crear «un metaverso para las empresas» basado en Microsoft Teams, la plataforma de reuniones que se popularizó durante la pandemia.
Con ello quiere ofrecer espacios virtuales para eventos, reuniones y oportunidades de networking, adelantó la empresa.
Para la consultora PwC, el sector de la formación tiene mucho que ganar en un entorno de oficinas virtuales.
«La realidad virtual ya está dinamizando los programas de formación en varios sectores al abrir entornos que serían costosos, peligrosos o limitados en el mundo real», dicen sus expertos en un informe de 2020.
Creen que una experiencia inmersiva y emotiva, que puede resultar mucho más emocionante que la formación tradicional en el lugar de trabajo, puede impulsar la memoria y resultar muy eficaz en la enseñanza de nuevas habilidades y procedimientos.
Grandes desafíos
Los expertos coinciden en que queda un largo camino por recorrer antes de que podamos ver el metaverso materializado.
El exingeniero de IBM Thomas Frey recuerda que la infraestructura de internet, la viabilidad de tener un gran número de participantes interactuando entre sí en tiempo real, las barreras del idioma y los problemas de latencia (el tiempo que tarda en abrir una pagina web cuando hacemos clic en ella) son los principales desafío del metaverso.
Se necesitarán ordenadores y chips de procesamiento de gráficos y video más potentes en los que ya trabajan las compañías más relevante del sector como NVDA, AMD o Intel.
El desarrollo de toda esta tecnología supone nuevas oportunidades de negocio para todas las compañías que fabrican microchips.
Otro sector que promete transformaciones es el de la enseñanza.
«La idea fundamental se basa en el aprendizaje adaptativo, que ha existido durante muchos años», escriben Haim Israel, Felix Tran y Martyn Briggs, estrategas de BoA Merrill Lynch.
«Las lecciones cambian en respuesta a las reacciones de los estudiantes a la materia, como inclinar la cabeza o incluso quedarse dormido. Se pueden agregar cuestionarios, videos y explicaciones adicionales para aumentar la comprensión o para animar la lección», añaden.
Las posibilidades son infinitas.
Los estudiantes de astronomía podrían pararse en medio de la colisión de galaxias, y la clase de historia del arte podría tener lugar en la Capilla Sixtina.
La medicina y la teleasistencia podrían tener un campo para crecer y desarrollar nuevos servicios.
Cada vez más, los usuarios recurren a soluciones digitales para la atención médica, y la pandemia d ha exacerbado esta tendencia.
Lo mismo sucedió con el comercio electrónico.
Los gigantes como Amazon o Libre Mercado vieron multiplicarse sus ventas y Bank of America cree que el metaverso llevará a los consumidores a comprar más en los mundos virtuales.
Para Benjamin Dean todo este nuevo comercio necesitará de monedas alternativas que convivirán con el dinero existentes: el dólar, el euro, el yen, el peso…
«Las líneas entre las realidades físicas y virtuales se han difuminado y continuarán haciéndolo durante la próxima década», dice.
Fuente: bbc.com
Imagen: Depositphotos.com
A qué edad empezaste tu primer negocio, ¿crees que la edad importa cuando se trata de emprender?
¿Quién es más exitoso, el emprendedor de mediana edad o quien lanza su empresas en sus 20 y 30 años? La edad promedio de los fundadores de startups exitosas es de 45 años. Sin embargo, los menores de 40 años dirigen más del 40% de todas las nuevas empresas.
Más aún: muchos empresarios conocidos tuvieron un comienzo temprano. Mark Zuckerberg, Bill Gates y Steve Jobs comenzaron sus empresas cuando tenían 20 años, con lo que afianzaron la creencia de que los empresarios más exitosos comienzan jóvenes.
A la par, hay quienes creen que los años de experiencia y las lecciones aprendidas de los mayores contribuyen a su éxito descomunal.
Un reciente estudio de la Escuela de Negocios de Copenhague encuentra que los emprendedores que tienen entre 20 y 30 años aprenden e invierten con el tiempo y, en última instancia, pueden dirigir nuevas empresas que son aún más productivas que las fundadas por empresarios mayores.
En sí, los empresarios que comienzan temprano a dirigir una empresa y luego abren una segunda pueden tener bastante éxito, y en muchos casos son incluso más exitosos que los emprendedores que comienzan en la mediana edad. La conclusión de este estudio es: los jóvenes que se convierten en empresarios en serie ven sus ingresos por ventas casi duplicarse entre su primera y segunda empresa. Incluso, su segunda empresa suele ser más grande que la típica empresa de empresarios mayores.
De hecho, el 9% de todos los nuevos emprendedores, pueden evolucionar para tener mucho éxito. Son un grupo selecto y son verdaderos buscadores.

En el estudio se analizaron más de 131,000 empresas, la mayoría de las cuales eran de emprendedores que comenzaron sólo una empresa. En promedio, los emprendedores tenían 38 años y 13 años de educación. El 75% eran hombres. De todas las empresas analizadas, una combinación de empresas unipersonales y corporaciones de responsabilidad limitada en todas las industrias, el 18% fueron administradas por empresarios en serie.
En general, estas empresas posteriores tendieron a tener más éxito con el tiempo que las novatas o independientes. En promedio, las primeras empresas de los emprendedores en serie eran un 57% más grandes en su día de apertura que las empresas fundadas por novatos.
Los investigadores descubrieron que los jóvenes emprendedores en serie, aquellos entre mediados de los 20 y principios de los 30, se dan cuenta de mayores rendimientos a medida que abren su segundo negocio. Las ventas en las primeras empresas de los fundadores más jóvenes promediaron 92,750 dólares y crecieron 82% en su segunda compañía.
A la par, las ventas en las primeras empresas de los emprendedores de mediana edad comenzaron más altas, con casi 125,000 dólares, pero sus segundas empresas eran solo 20% más grandes que las primeras compañías que fundaron y nunca igualaron el nivel de ventas promedio de las segundas empresas de los empresarios más jóvenes.
Las segundas empresas de jóvenes emprendedores en serie generalmente no fracasan tan a menudo o tan rápido como las dirigidas por emprendedores novatos. Las nuevas empresas dirigidas por novatos fracasan, en promedio, tres años y medio después de su apertura.
Ahora, el 7% de los emprendedores en serie, como se les llama a los fundadores de una segunda o más empresas, tenían un padre empresario y generaron ventas 5,9% superiores a las de otros emprendedores. También se develó que a medida que los jóvenes emprendedores en serie progresan, también son más propensos que los mayores a registrar su segundo nuevo negocio para protegerse de pérdidas personales en caso de que sus empresas fracasen.
Este nuevo negocio en general se trata de una Compañía de Responsabilidad Limitada (LLC), es decir, una entidad comercial legalmente registrada limitada por acciones. La responsabilidad limitada implica que todos los accionistas son responsables de todas las deudas en las que incurre la compañía.
La ventaja de una LLC es que ningún acreedor puede perseguir su riqueza personal si su empresa fracasa. Brinda protección a la baja, y cuando tiene protección a la baja, asumirá proyectos más riesgosos al comenzar su nueva empresa. El éxito de la empresa es más probable cuando el empresario asume mayores riesgos, por lo que pasar al estado de LLC con la segunda empresa sustenta el mayor éxito de ventas.
Fuente: Alan Ramirez Flores/ entrepreneur.com
Su nombre agita el debate de América Latina desde hace décadas, aunque para muchos sea difícil definirlo y para algunos ni siquiera existe: neoliberalismo, la palabra que marca una época.
Basta mirar la campaña electoral de Chile, el país latinoamericano donde más influencia han tenido las ideas neoliberales, para constatar cómo ese concepto aún divide aguas en la región.
«Si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba», ha dicho Gabriel Boric, el candidato de izquierda que enfrentará al derechista radical José Antonio Kast en el balotaje presidencial del 19 de diciembre.
Kast, por su lado, alza banderas del credo neoliberal como el libre mercado o la intervención mínima del Estado en la economía, y en su programa de gobierno cita a uno de los mayores referentes de esa línea de pensamiento: el economista estadounidense Milton Friedman.
Sin embargo, el programa de Kast carece de mención explícita alguna al neoliberalismo.
Esto refleja una tendencia más allá de Chile: mientras la izquierda se refiere al neoliberalismo de modo despectivo, es poco frecuente escuchar a otros reivindicarlo por su nombre, como Friedman lo hiciera 70 años atrás.
Algunos expertos sostienen que esta orientación económica que tuvo su apogeo en las décadas de 1980 y 1990 comenzó a perder proyección desde la crisis financiera global de 2008.
«El neoliberalismo está a la defensiva», dice Eduardo Giannetti, un destacado economista y filósofo brasileño, a BBC Mundo.
Pero, ¿qué es exactamente el neoliberalismo y por qué es tan polémico?
Un adversario, distintas escuelas
Como indica su nombre, el neoliberalismo surgió en el siglo XX como un esfuerzo por renovar el liberalismo clásico. El origen del término se remonta al menos a un encuentro de pensadores liberales en 1938 en París.
Sus promotores se oponían a las políticas económicas keynesianas que dan al Estado un papel clave para sortear crisis o recesiones.
El economista austríaco Friedrich Hayek, otro gran referente de los neoliberales, argumentaba en su obra «Camino a la servidumbre» (1944) que la planificación estatal de la economía conduce al totalitarismo.

Hayek fundó en 1947 junto con otros intelectuales la Sociedad Mont Pèlerin, un centro de pensamiento económico para defender luego de la Segunda Guerra Mundial valores liberales como la economía de mercado, la sociedad abierta o la libertad de expresión.
Las ideas neoliberales ganaron fuerza en particular desde la década de 1970, cuando la estanflación y otros problemas económicos en Occidente sembraron dudas sobre las políticas keynesianas, y muchos buscaron alternativas.
Los gobiernos conservadores de Margaret Thatcher en Reino Unido (1979-1990) y Ronald Reagan en Estados Unidos (1981-1989) adoptaron políticas defendidas por neoliberales, como la reducción del Estado y el control estricto de la oferta de moneda para bajar la inflación.
Sin embargo, el neoliberalismo está lejos de ser una doctrina uniforme.

En su interior hubo distintas escuelas como la austríaca de Hayek y Ludwig von Mises, la escuela de Chicago de Friedman y la escuela de Virginia de James Buchanan, con diferencias importantes entre ellas por ejemplo en política monetaria.
Todo esto complica la definición del neoliberalismo, una dificultad que para algunos se agrava por los fuertes reproches que suele recibir.
«Aunque el término neoliberalismo sigue siendo un lugar común, su uso para cubrir un montón de cosas que la gente ve mal en el mundo hace difícil definirlo con claridad», dice Ross Emmett, director del Centro para el estudio de la libertad económica en la Universidad Arizona State, a BBC Mundo.
¿Un modelo exportable?
Los críticos del neoliberalismo afirman que poner al mercado en el centro de prioridades, desregular la economía y desmantelar el Estado de bienestar contribuyó al aumento de la brecha entre los más ricos y pobres en varios países.
La desigualdad social, agregan, trajo crecientes problemas para la democracia y los individuos.
En el plano político, la izquierda ha buscado a menudo demonizar al neoliberalismo. «Es el camino que conduce al infierno», dijo en 2002 el entonces presidente venezolano Hugo Chávez.
Pero los defensores de las ideas de Hayek y Friedman sostienen que Chávez y el resto de la izquierda fracasaron en mostrar una nueva alternativa exitosa.
Otros simplemente niegan la existencia del neoliberalismo.
«¿Neoliberalismo? No existe», escribió el economista Daniel Altman en el diario The New York Times en 2005, para argumentar que los países ricos nunca se habían abierto realmente al libre comercio.
«No hay una nueva o vieja libertad, hay libertad o no hay, por lo tanto el concepto neoliberal no tiene sentido», sostuvo el economista ultraliberal argentino Javier Milei en agosto, antes de ser electo diputado este mes.
No obstante, Argentina fue luego de Chile uno de los símbolos del neoliberalismo en la década de 1990, cuando el gobierno de Carlos Menem privatizó todo lo que pudo, desreguló la economía y adoptó la paridad uno a uno del peso con el dólar.
Esos cambios fueron apoyados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que presentaba a Argentina como modelo hasta diciembre de 2001, cuando el país entró en una feroz crisis financiera y una cesación de pagos de deuda por US$144.000 millones, la mayor de la historia.

James Boughton, quien trabajó en el FMI y fue su historiador entre 1992 y 2012, niega que la institución tuviera «una visión extrema sobre neoliberalismo» pero admite que alentó políticas de privatización y libre mercado en países de la exUnión Soviética o América Latina.
«El FMI impulsó todas esas cosas, así que en ese sentido se puede decir que estaban impulsando políticas de tipo neoliberal», dice Boughton a BBC Mundo.
Giannetti considera «un error grave» de los neoliberales querer implantar recetas de países desarrollados en América Latina, donde hay problemas de pobreza y escasez de capital humano a los que a su juicio eran más sensibles los liberales clásicos.
«Es muy curioso que el único país de América Latina que hizo un experimento consistente y profundo de política económica neoliberal, que es Chile, lo haya hecho sobre una dictadura«, señala.
Se refiere al régimen militar encabezado por Augusto Pinochet (1973-1990), quien fue asesorado por el propio Friedman y entregó el manejo de la economía chilena a los Chicago Boys.
Chile mantuvo en las últimas décadas ya en democracia políticas de libre mercado que le permitieron alcanzar un PIB per cápita similar al de países europeos y bajar las tasas de pobreza.
Pero el modelo chileno entró en crisis con las masivas protestas que estallaron en 2019 contra la desigualdad y por reformas sociales. El rumbo del país lo determinará ahora resultado del balotaje presidencial de diciembre y un proceso de reforma constitucional en marcha.
«Con excepción de Chile», advierte Giannetti, «el neoliberalismo en los gobiernos de América Latina fue muy inconsistente, sin eficacia, porque no hubo reformas que serían neoliberales, para bien o para mal».
Fuente: bbc.com
Aprovecha estas fiestas para enviar algo especial a tus clientes, que te ayude a permanecer en su mente el resto del año.
La temporada de fiestas decembrinas ofrece una oportunidad a los emprendedores para reforzar relaciones con clientes importantes, colegas y medios. Una pequeña muestra de aprecio en forma de un regalo de fin de año puede ayudarte a mantener tu empresa en la mente de las personas. Los regalos no tienen que ser muy costosos ni elaborados. Recuerda, la intención es lo que cuenta.
Los presentes favoritos de todos los tiempos han sido las canastas gourmet con chocolates y nueces, botellas de vino y tarjetas de regalos. Pero hay muchas otras opciones. Y para destacar de entre la multitud y sorprender a tus clientes, te compartimos algunos consejos para tus obsequios:
Evita los regalos tabú
Los regalos de fin de año de los clientes deben ser profesionales. Presentes como perfumes y rosas rojas pueden ser malinterpretados. Los regalos de broma tampoco son apropiados; tú podrías pensar que es humorístico, pero tal vez tu cliente lo encuentre insultante.

Personaliza el regalo
Opta por regalos que reflejen los intereses de tus clientes. Los regalos únicos te ayudarán a destacar. Si tienes un buen reporte de tus clientes, quizás tengas una idea de cuáles son sus intereses y hobbies más allá del trabajo. Si tienes un cliente que practica golf cada fin de semana, envíale un par de camisetas personalizadas. O si tu cliente es un apasionado del café, regálale una variedad de cafés sabrosos y difíciles de encontrar.
Regala una experiencia
Algunos de los mejores regalos son los que pueden usarse con la familia y los amigos. Boletos para un evento deportivo, obra de teatro o concierto pueden brindarle a tu cliente un descanso bien merecido.
Dona a la caridad
Si tienes un cliente que parece tenerlo todo, haz una donación a una obra de caridad en su nombre. Envía una tarjeta escrita a mano e incluye la información de la donación.
Haz que tu regalo sea usable
Hay pocos regalos que son verdaderamente apreciados. Un bolígrafo, una libreta o un porta tarjetas podrían ser muy agradecidas por un profesionista o empresario. Los libros de negocios (o sobre la materia de interés) también son una buena elección.
Compra para el grupo
Si trabajas con varias personas de una misma empresa, compra un regalo para toda la oficina. Una canasta enorme con una variedad de alimentos sabrosos que puede ser compartida entre todos los miembros te ayudará a generar nuevas conexiones. También, esta opción es más barata que comprar regalos individuales.
Añade notas escritas a mano
La nota que incluyas en tu regalo es tan importante como el regalo en sí. Si tienes tarjetas impresas, agrega un mensaje rápido con tu letra deseando a cada cliente felices fiestas. Sólo te tomará un momento y el receptor agradecerá tu atención al detalle.
Envía el regalo con antelación
Asegúrate que los regalos sean recibidos antes del 20 de diciembre, ya que algunas oficinas cierran a partir de esa fecha.
Fuente: Entrepreneur.com