Uno de los pensamientos más recurrentes a la hora de emprender es el miedo al fracaso, una sombra que siempre acecha aquellos que deciden iniciar con una idea de negocio o con un proyecto personal. Si bien nada asegura el éxito, ni en los mejores momentos, es importante desarrollar habilidades que permitan manejar la frustración y cultivar la resiliencia.
Pero no todo está perdido ante una experiencia fallida, ya que muchos expertos consideran que el resultado de toda difícil situación es el aprendizaje.
Agustín Rotondo, managing director de Wayra Hispam, señala que tanto los éxitos como los fracasos hacen parte del camino de un emprendedor, de hecho afirma que “haber fracasado significa un aprendizaje que hay que capitalizar”.
“Nuestra visión de los emprendimientos no exitosos es una visión totalmente positiva, ya que creemos que esos emprendimientos que han fracasado en el pasado son los que más han aprendido y tienen más condiciones para ser exitosos en el futuro. Nosotros desde Wayra valoramos este tipo de experiencias”, apunta Rotondo.
José Oberto, CEO del fondo Alleycorp Sur, asegura que el fracaso “es una parte natural del proceso empresarial y, aunque puede ser difícil, también es una oportunidad para aprender y crecer”.
Entre los consejos que destacan estos expertos sobresalen siete estrategias a poner en práctica.
Buena mentalidad
Si bien este tipo de situaciones logran ser difíciles de afrontar, lograr ver el camino del empredimiento como un proceso de aprendizaje y de crecimiento lo ayudarán a entender que no es malo equivocarse, lo importante es aprender de los errores y seguir avanzando. La recomendación es mantener una mente abierta a nuevas ideas y enfoques, incluso si son diferentes a las ideas que tenía antes.
Identifique los puntos positivos
En lugar de centrarte en el fracaso, intente identificar lo que salió mal y qué podría haber hecho de manera diferente.
“Analice las decisiones tomadas y los factores que contribuyeron al fracaso. Esto le ayudará a aprender de sus errores y a evitar cometer los mismos en el futuro”, comenta José Oberto.
No minimice sus emociones
Luego de experimentar una derrota es normal sentirse triste o decepcionado. No minimice esos sentimientos y procéselos de manera saludable. Hable con otros emprendedores o personas que hayan pasado por una situación similar. Asimismo, no descarte la ayuda de profesionales en temas financiero.
La actitud positiva
Ante situaciones difíciles, los expertos recomiendan mantener una actitud positiva. En lugar de centrarse en lo que salió mal, concéntrate en lo que puedes hacer mejor la próxima vez.
No deje de lado al equipo de trabajo
Si bien cuando se está iniciando hay mucha incertidumbre, es clave rodearse de un gran equipo de trabajo que aporte en el proceso. En el caso de fallar ese mismo equipo puede convertirse en un gran apoyo para seguir avanzando en el proceso.
Sea honesto
Muchas veces, los emprendedores pueden tener dificultades para aceptar el fracaso y pueden seguir adelante con un negocio que realmente no tiene futuro. Sea honesto consigo mismo acerca de sus fortalezas y debilidades, así como las perspectivas de tu negocio. Si algo no está funcionando, acepte la realidad y trabaja para encontrar una solución.
Nunca rendirse
Si bien el primer intento no salió como usted lo imaginaba ese aprendizaje lo llevará a avanzar en el proceso y encontrar nuevos caminos. No se rinda y continúe trabajando en sus proyectos. Al final lo más importante es que consiga aprender de su proceso.
Fuente: Johana Lordy/ portafolio.co