¡Ser emprendedor es una maratón, no una carrera de velocidad!
- Invertir en ti mismo siempre dará sus frutos.
- Aunque es posible que no veas resultados inmediatos, la constancia impulsa tu crecimiento y te permite estar bien preparado para seguir adelante.
Contrario a la creencia popular, alcanzar metas profesionales no siempre equivale a aumentar tu ingreso. Aunque el dinero hace la diferencia al crecer tu marca y consolidar tu lugar como un emprendedor exitoso, asegúrate de invertir en ti mismo como parte de tu estrategia a largo plazo.
A veces eso significa crear y mantener hábitos diarios saludables, en otras ocasiones, puede significar una pequeña inversión monetaria para obtener una mayor recompensa en el futuro. Dondequiera que te encuentres en tu viaje como emprendedor, hay que dejar la mentalidad de escasez y buscar la manera de impulsarte al siguiente nivel.
Invertir en ti mismo no tiene por qué ser costoso. Pronto podrías descubrir que todas las formas de inversión en ti mismo te ayudarán a alcanzar tus objetivos de ingresos más rápido de lo que piensas. Aquí tienes algunas recomendaciones para empezar.
1. Establece una rutina
Todo emprendedor tiene hábitos y trucos en los que confía y que le han ayudado a llegar a donde está. Algunos dicen que ser madrugador es lo que ha hecho la diferencia, otros se aseguran de programar tiempo para la meditación. Independientemente de lo que te atraiga, recuerda que cada persona sigue su propio camino, lo que puede funcionar para algunas puede ser un obstáculo para ti.
Una buena manera de encontrar una rutina que puedas mantener es dividir las horas de tu día en categorías como proyectos, trabajo administrativo/reuniones, salud y bienestar, diversión, etc. Cada una de estas áreas es importante, priorizar el bienestar y la diversión es tan importante como enfocarse en el trabajo, de lo contrario, el agotamiento será la consecuencia.
Una vez que hayas creado tus propias categorías, acomódalas por bloques de tiempo. Por ejemplo, si te gusta hacer ejercicio temprano en la mañana, reserva un espacio en tu agenda que refleje ese compromiso con tu rutina de salud y bienestar. Luego, llena los espacios restantes con tus otras prioridades del día y repite durante la semana.
La hora a la que te despiertas es lo de menos, lo importante es a qué le prestas atención durante tu día.
2. Mejora tu conocimiento
Internet ha facilitado el acceso a la información gratuita. Ya sea que quieras dominar el marketing en redes sociales o aprender a usar nuevos programas, los tutoriales y las clases en línea te ayudarán a llegar a donde quieres.
Muchas ciudades también ofrecen cursos gratuitos o grupos de networking que te ayudan a sumar nuevas habilidades a tu perfil. Mantente curioso y expande tu mente en áreas que te pueden ayudar a hacer crecer tu negocio. Desde gestión de proyectos hasta contabilidad o la expansión de tu emprendimiento, todo puede ayudarte a optimizar procesos y darte más tiempo para enfocarte en la estrategia.
Una vez que encuentres un canal en línea o un mentor en persona que te guste, puedes decidir si invertir en un curso o libro puede resultar beneficioso. Sin embargo, comienza con el conocimiento gratuito disponible en línea y en tu biblioteca local para identificar qué puede ser viable.
Agrega una categoría de capacitación a tu horario como una cita establecida para ti mismo. De lo contrario, puede ser fácil dejar de lado esta importante inversión, que te permite mantenerte actualizado dentro de tu ámbito profesional y te impulsa a llegar a un nivel más alto de crecimiento.
3. Reduce gastos
Otra manera valiosa de invertir en ti mismo es eliminar lo que no necesitas. Esto incluye gastos, personas o proyectos que están agotando tu energía.
Dado que el tiempo es dinero, es importante examinar en qué estás utilizando el tuyo y hacer los ajustes necesarios. Cuando se trata de gastos mensuales reales, revisa tu cuenta bancaria.
¿Qué suscripciones tienes que ya no utilizas? ¿Qué plataformas ya no están funcionando para ti? Alternativamente, ¿qué plataformas sí te funcionan bien y te convendría invertir en su versión premium?
Otra manera valiosa de invertir en ti mismo es eliminar lo que no necesitas. Esto incluye gastos, personas o proyectos que agotan tu energía.
Además, si tienes un boletín informativo o anuncios pagados para promocionar tu negocio, ¿qué tan bien revisas los informes mensuales? ¿Estás haciendo ajustes basados en un análisis? Incluso si tienes un gasto publicitario pequeño, asegúrate de que te esté dando el retorno que deseas, de lo contrario, ese dinero se puede reasignar a otro rubro.
Reducir las relaciones comerciales y proyectos costosos sin retorno de inversión también es valioso, limita o elimina aquellas que no satisfacen tus necesidades. Esto puede llevar tiempo ya que probablemente haya más apegos personales, pero ser emprendedor significa preservar tu energía, no ofrecerla gratis.
En síntesis, evalúa todas las cosas en las que estás gastando tiempo y dinero y decide si todavía tiene sentido para el punto en el que se encuentra tu negocio.
Ser emprendedor es un maratón, no una carrera de velocidad
Como en cualquier otro trabajo, los emprendedores tienen días buenos y días malos. Dado que eres responsable de tu propio éxito y fracaso, debes reflexionar constantemente sobre lo que funciona y lo que no. Esto te ayudará a cambiar de dirección antes de seguir durante demasiado tiempo en el camino equivocado. También te permite salir de tu zona de confort cuando ya te encuentras demasiado cómodo. Invertir en ti mismo siempre dará sus frutos, aunque es posible que no veas resultados inmediatos, la constancia impulsa el crecimiento y asegura que estés bien preparado para seguir adelante a largo plazo.
Fuente: Kelly Hyman/ entrepreneur.com