Nadie debería enfrentar una crisis solo. Estas cinco estrategias clave te ayudarán a liderar bajo presión, mantener el apoyo a tu equipo y salir fortalecido al otro lado de un desastre natural.
Los emprendedores son constructores. Estamos programados para crecer, innovar y mirar siempre hacia adelante. Pero cuando ocurre lo inesperado — incendios, terremotos, huracanes — de repente, todo aquello por lo que hemos trabajado arduamente se siente increíblemente frágil. Trabajando con innumerables empresas he aprendido que en esos momentos no siempre se trata solo de sobrevivir. La forma en que manejas los tiempos difíciles, que han dado forma a la cultura de tu empresa durante años, es la misma oportunidad para demostrar lo que significa el verdadero liderazgo.
Para ilustrarlo mejor, compartiré cinco estrategias clave para ayudarte a liderar bajo presión, mantener el apoyo a tu equipo y salir fortalecido al otro lado.
1. Da seguimiento y ofrece flexibilidad
Cuando las cosas se ponen difíciles, nuestro instinto es tratar de arreglarlo todo. Pero a veces, lo más poderoso que podemos hacer es simplemente estar presentes. Acércate a tu equipo. Un simple «¿Estás bien?» o «¿Cómo puedo ayudarte?» puede hacer una gran diferencia. Es fundamental recordarles que están juntos en esto. La conexión humana es más poderosa de lo que solemos imaginar.
Ser flexible es igual de importante. Ampliar plazos, reprogramar reuniones o permitir tiempo libre adicional puede aliviar la carga cuando las escuelas están cerradas, las carreteras bloqueadas o los recursos no están disponibles. Puede que para ti en esos momentos no parezca gran cosa, pero demostrar a los empleados que comprendes sus circunstancias les hace saber que eres un líder que los respalda. Ese nivel de empatía fomenta la confianza y reduce el estrés, lo que a su vez mantiene la moral en alto, incluso cuando el mundo exterior parece ser un caos.

2. Apóyate en un mentor — no reinventes la rueda
Nadie debería enfrentar una crisis solo. Hay una razón por la que insisto constantemente en la importancia de la mentoría, especialmente entre CEOs y fundadores. Si conoces a alguien que ya ha enfrentado tormentas similares — tal vez un emprendedor colega o un coach de confianza de un grupo de mastermind — acércate a él. ¿Por qué volver a aprender las lecciones difíciles cuando puedes aprovechar la experiencia de otra persona?
Un mentor puede ayudarte a priorizar lo que tu equipo necesita, crear estrategias de comunicación en crisis y ofrecer orientación sobre cómo hablar con empleados que están asustados o distraídos. Esto no se trata de parecer débil. Estás siendo inteligente. Los mentores aportan ideas que pueden evitar que cometas errores críticos y te ayudan a mantener las emociones bajo control.
Por eso me apasiona tanto el trabajo que hacemos en Pinnacle Global Network, donde ayudamos a CEOs de todo el mundo a escalar sus negocios y recuperar su vida. Todos necesitamos apoyo, y la cima puede ser solitaria, especialmente cuando atraviesas tiempos difíciles.
3. Proporciona recursos tangibles
La empatía es importante, pero en tiempos de crisis real, la acción es todavía más relevante. Cuando la casa de alguien es destruida o se ve obligado a evacuar con solo una maleta, un gesto simbólico no será suficiente. Si tu presupuesto lo permite, considera ofrecer ayuda económica para alojamiento temporal o negociar tarifas con descuento en hoteles locales. Incluso iniciativas más pequeñas, como tarjetas de regalo para compras o gasolina, pueden marcar una verdadera diferencia.
En caso de tener recursos limitados, asegúrate de ser la fuente principal de información sobre ayudas disponibles. Crea una guía digital que incluya refugios locales, bancos de alimentos y líneas de emergencia. Compártela con tu equipo y motívalos a reenviarla a cualquier persona que la pueda necesitar. Este simple acto posiciona tu negocio como un pilar de apoyo comunitario, en lugar de solo otra entidad enfocada únicamente en los ingresos. La gente recordará quién ofreció ayuda práctica cuando estaban más vulnerables.
4. Establece planes de acción a largo plazo
Los desastres naturales no terminan en el momento en que pasa la tormenta o disminuyen los incendios. Algunos empleados regresarán a casas dañadas, con pesadillas de seguros o trauma emocional que no desaparece de la noche a la mañana. Tener un plan poscrisis es clave para aliviar el estrés continuo.
Piensa en extender licencias pagadas, ofrecer asesoramiento virtual o proporcionar horarios flexibles que ayuden a los empleados a reintegrarse a su propio ritmo. Cuando comunicas estas políticas de manera clara — detallando exactamente cómo solicitar tiempo adicional o qué recursos puede ofrecer la empresa — proporcionas a tu gente una hoja de ruta que despeja la incertidumbre. Esa claridad fomenta la lealtad. Te verán como algo más que un jefe dando órdenes; te verán como un líder que realmente comprende el costo humano de un desastre.
5. Redistribuye el trabajo entre los miembros del equipo no afectados
Desafortunadamente, algunos miembros del equipo se verán más afectados que otros. Eso no significa que toda tu operación deba detenerse. Identifica quién puede seguir adelante y pídeles que asuman más responsabilidades temporalmente. Asegúrate de explicar el panorama general. Di algo como: «Tu disposición para ayudar está haciendo una enorme diferencia en este momento,» para que sientan que sus esfuerzos valen la pena.

Sí, este proceso puede ser desordenado. Los proyectos pueden reorganizarse, y las tareas pueden caer en manos menos familiares. Es una adaptación crucial en tiempos de crisis. Cuando sea necesario ofrece capacitación rápida u orientación y no subestimes el poder de un agradecimiento sincero.
Un simple reconocimiento durante una junta o en un chat grupal puede reforzar la camaradería y ayudar a tu equipo a sentirse conectado, en lugar de dividido entre los que están muy afectados y los que no. Pero, hablando de manera realista, una compensación adicional para aquellos que cubren las tareas es lo que mantendrá el flujo de trabajo.
Nadie quiere pensar en que las cosas salgan mal. Pero pretender que todo siempre es perfecto no es una estrategia. El verdadero liderazgo significa estar listo para cualquier cosa. Se trata de empatía, de pensar con claridad bajo presión y de ser lo suficientemente ágil como para adaptarse cuando sea necesario. Los líderes deben aprovechar la sabiduría de aquellos que ya han pasado por todo esto y asegurarse de que los miembros del equipo afectados por desastres tengan los recursos necesarios para levantarse.
Esto no solo se trata de superar un desastre. Es construir una cultura laboral tan sólida que ni la tormenta más salvaje pueda derribarla. Cuando te haces cargo de tu equipo en su hora más oscura, recordarán ese liderazgo mucho después de que el cielo vuelva a ser azul.El liderazgo significa personas. Significa estar ahí para ellos en las buenas y en las malas, sin excepciones. Y en esos momentos difíciles en los que estás presente, estás construyendo algo más grande: un equipo que confía en ti y un equipo imparable.
Fuente: Allison Maslan/entrepreneur.com