La llegada de los nómadas digitales está transformando el panorama socioeconómico de países latinoamericanos y europeos, planteando desafíos.
El auge de los nómadas digitales ha generado preocupaciones en varios países latinoamericanos debido a las grandes cantidades de dinero que estos individuos ganan, lo que ha comenzado a afectar a las comunidades locales.
Por ejemplo, en España, una reciente ley permite a los nómadas digitales mudarse al país, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos. Estos incluyen el pago de impuestos, lo que impide que se beneficien del país como turistas y eviten responsabilidades fiscales, además de tener un ingreso mensual al menos el doble del salario mínimo español, que es de $2,250 dólares.
En otros países de la Unión Europea, se exige aún más, lo cual plantea problemas para los locales, pues el costo de vida aumenta con la llegada de estos nómadas digitales, quienes tienen ingresos más altos y capacidad para gastar más. Por ejemplo, al buscar alojamiento, los nómadas están dispuestos a pagar grandes sumas, lo que eleva los precios considerable y eventualmente lleva a la gentrificación.
Un reportaje de GenBeta señala que, en la ciudad de Tenerife, España, por ejemplo, el costo de alquilar un pequeño departamento no baja de €1,200 euros, mientras que en Barcelona y Madrid, ese es el precio por un cuarto para una persona, una situación inaccesible para muchos residentes locales con salarios normales para los estándares de España.
Según Euronews, en Lisboa, Portugal, residen aproximadamente 16,000 nómadas digitales, todos con ingresos mucho más altos que los lugareños. Para abordar esta situación, el país ha introducido una visa especial que requiere un ingreso mínimo de $2,800 dólares al mes, considerablemente superior al salario mínimo de aproximadamente $1,600 dólares mensuales.
Según un reportaje de Rest of World en Medellín, Colombia, se ha observado un aumento en la cantidad de norteamericanos que llegan a la ciudad con salarios similares a los de ciudades como Nueva York o San Francisco, lo que les permite vivir cómodamente con costos más bajos. Sin embargo, algunos residentes locales han notado que esta presencia ha traído consigo problemas sociales como un aumento en la prostitución.
Finalmente, en México, también hay quejas sobre los nómadas digitales, quienes han llevado a que las taquerías reduzcan el nivel de picante en sus salsas para adaptarse al paladar extranjero, lo que ha descontentado a los locales. Además, el costo de las rentas en algunas zonas de la ciudad como la colonia Roma o la Condesa se han incrementado considerablemente, pues son las zonas de la ciudad en las que los nómadas digitales buscan vivir.
Fuente: entrepreneur.com