Los emprendedores deben delegar la operación de su negocio para dedicarse a actualizar sus conocimientos, dice el especialista Titto Gálvez.
Es falso que los emprendedores deban esclavizarse a sus proyectos para triunfar, ya que ello les impide hacerse de las herramientas necesarias para defender a sus proyectos de nuevas crisis, dice Titto Gálvez, especialista en emprendimiento.
“La mayoría de los emprendedores viven reaccionando en lugar de anticiparse”, advierte en entrevista el también empresario y fundador de la Academia de Emprendimiento 3.0.
Lo adecuado es que los emprendedores se dediquen más a actividades de empresario, a mantenerse actualizados, y a reunirse con otros emprendedores y empresarios, recomienda.
Mientras en México se dice con frecuencia que “al ojo del amo engorda el caballo”, en referencia a que el dueño de cualquier emprendimiento debe estar presente en la operación de su negocio para que éste prospere, Gálvez sostiene que ese tipo de creencias son las que impiden a los empresarios estar preparados para cuando sea necesario reaccionar.
Incluso, asegura que ese error por parte de los empresarios fue lo que causó una gran cantidad de cierres y mortandad de negocios durante la pandemia.
De acuerdo con un análisis del Banco Mundial, durante la pandemia las empresas pequeñas fueron de las más afectadas, ya que a diferencia de las empresas medianas, que mostraron caídas de 50% en sus ventas al inicio de la propagación de Covid-19, los negocios de menor tamaño llegaron a registrar ventas nulas.
La fórmula ideal para los emprendedores
Los emprendedores deben dejar la operación de su emprendimiento tras convertirlo en un negocio que funcione como franquicia.
Para ello, explica Titto Gálvez, debieron invertir en cursos, debieron destinar tiempo a actualizarse, a revisar qué hace su competencia, a conocer cómo digitalizar las operaciones de su emprendimiento, ejemplifica.
“Todos deben hacer que su negocio trabaje como una franquicia y luego pasar a la expansión, una segunda o tercera sucursal. Y de ahí viene la libertad, que es cuando el emprendedor o se jubila, o abre otros negocios, o una fundación”, menciona el experto.
Fuente: Mónica Valladolid/forbes.com.mx