Si algo han dejado claro 2020 y 2021 es que nunca sabes lo que puede pasar, que los planes pueden salir mal y, sobre todo, que si un negocio quiere seguir siempre al pie del cañón tiene que aprender a moverse en el mundo digital. La digitalización de empresas ha sido el fenómeno más extendido dentro del ámbito empresarial estos dos años, junto con el teletrabajo.
Para adaptarse a los nuevos tiempos, no hay otro camino, hay que digitalizarse. Este proceso no solo afecta a los negocios en sí, también implica a sus integrantes. Desde el directivo más importante hasta el empleado más novato, todos tienen que familiarizarse con las nuevas tecnologías si quieren que su entorno de trabajo evolucione y la empresa siga viento en popa a toda vela. Y sí, esto por supuesto requiere la formación que ofrece un buen curso de digitalización, amén del asesoramiento de grandes expertos en la materia como Xtudeo, una plataforma de cursos profesionales para profesionales y empresas.
¿Qué beneficios aporta la digitalización a un negocio?
Es más fácil abordar esta cuestión pensando en qué beneficios no aporta, porque todo lo que hace la digitalización por una empresa es positivo. No hay que dudar en invertir en este campo, porque mejora la gestión de las operaciones, facilita la coordinación entre departamentos y, por si había dudas, permite que el equipo siempre esté conectado sin importar su ubicación. El trabajo en remoto habría sido imposible de no ser por las herramientas que pone sobre la mesa la digitalización, directamente.
Por eso, por muy dispares que puedan ser los precios para formarse en digitalización, es una inversión en la que prácticamente no hay que dudar. Los tiempos para llevar a cabo cualquier tarea se reducen gracias a las nuevas herramientas informáticas y la digitalización de empresas, la eficiencia mejora en todos los frentes. De hecho, hay suites de software completas que se encargan de analizar cualquier proceso interno y detectar cuáles son los eslabones que rinden peor, ofreciendo soluciones para mejorar su rendimiento. Con esto, obviamente, también se consigue una importante reducción de costes que, por otra parte, mejora la rentabilidad del negocio.
También es considerable el aumento de flexibilidad, lo que permite establecer puestos mixtos de trabajo. Algo cada vez más extendido en empresas, ya que se da a los trabajadores la opción de trabajar en la oficina, trabajar desde casa o combinar ambas cosas si lo consideran necesario. Así, también se refuerza otro factor importantísimo para una empresa: el bienestar de sus empleados. Una plantilla contenta siempre será una plantilla productiva, y ese es un frente en el que la digitalización también aporta mucho.
Todo esto da forma a un negocio mucho más resiliente y, también, con más capacidad para innovar. La digitalización de empresas es un proceso que impregna a todo el equipo a nivel estructural y de funcionamiento, desde los directivos a los empleados. No es solo una cuestión de integrar herramientas y métodos, es también una cuestión de formación y preparación de todas esas personas que van a formar parte de dicho ecosistema. La transición puede requerir tiempo y una fuerte inversión, pero los resultados lo compensan en muy poco tiempo.
Fuente: directivosygerentes.es